viernes, 26 de febrero de 2010
Dormido en la dicha
Silencio...¡Qué cosa linda!
Parece un ser el espacio
que se ha dormido en la dicha...
Todos temen dispertarlo...
Pájaros, árboles, yo;
quietitos como cuidando
que ni el aliento haga ruido
pa no cortar su discanso.
Embobados parecemos
en este mirar tan largo,
idea y vista se pierden
sorbidas por el espacio.
Silencio...¡qué cosa linda!
una nada y mesmo tanto
silencio...¡qué cosa linda!
una nada y mesmo tanto.
Parece ser un rispeto
de que Dios anda po' el campo.
Si uno escucha mesmo siente
que en el silencio hay un canto
y una presencia de vida
que impone como milagro.
Y el alma como se limpia...
en un sentir tan liviano!.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Qué belleza!
ResponderEliminarGracias por copiarlo a don Romildo Risso.
ResponderEliminarEse poema retumba en mis oídos los domingos que me encuentran campo. Solo el mujir de las vacas y el canto del gilguero pueden enmascarar el ensueño de una siesta de verano.
Saludos.