sábado, 4 de abril de 2009

Cuando abandoné el recau.



Cuando abandoné el recau
lo hice con tanta tristeza
que derrumbé mi cabeza
sobre los cueros doblau.
Así quedó mi pasao
entre los cueros perdido
Y yo triste y abatido,
solo a pie como un andante
Emprendí desde ese instante
el camino del olvido.

Al mirarlo abandonao
entre silenciosa quietud
recordé mi juventud
dejada sobre el recao,
Como si estuviera atao
a mi sangre o a mi piel
Pero hoy insensible y cruel
lo tengo que abandonar
que por temor a charquear,
no quiero morir sobre el.

En mi vida de mensual,
de domador o resero
si abré ensillado mañeros
pa´ poder ganarme un pial.
Con él y con un bagual
yo era de la tierra el dueño
y hoy q no tengo el empeño
que el espíritu reclama
no me sirve ni pa´ cama
porque ya me quita el sueño.

Lo entregue con mis manos,
con la pena y la amargura
Le entregue a la sepultura
el cuerpo de un pobre hermano
He llegau a ser anciano
y la osamenta me pesa
Y no quiero la tristeza
de que un día sin batalla
Cualquier manso se me vaya
con mi orgullosa pobreza.

Cuando pa´l ultimo vuelo
ate una noche al palenque
sin espuela, sin rebenque,
la voy a saltar en pelo
Será mi único consuelo
y por eso es el motivo
que él no se quede cautivo
de mi derrota en la prueba,
hoy que la muerte me lleva
como colgao del estribo.

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