lunes, 30 de junio de 2008

"Receta"


Via a darles unos consejos
y que me atiendan les pido:
Saben que soy conocido
como curandero viejo.
Y me da rabia ¡Canejo!
ver que a través de los años,
toavía creen en los engaños
que tiene la medecina;
si que ajuera cualquier china
sabe curar hasta daños.

¡Hay que dejarse e bobiar ,
pa creer la realidad
Si naides en la ciudad ,
puede saber pa' enseñar.
Si la cencia de curar
no se apriende a dos tirones
Y aunque nieguen los naciones
esta machaza verdad:
pa' cualquier enfermedad
bastan yuyos y oraciones.

Pa que vean que soy macho,
sin mañas ni malas tretas,
via darles unas recetas
y abran el ojo¡caracho!
Para curar un empacho
un dotor no sabe nada.
Yo con pezuña quemada,
yerba, el pollo y santiguao
dejo el empacho curao
sin tener una fallada.

No hay nada mas apropiao
pa' curar del padrejón;
que el hinojo o el cedrón
con algun manipuliao.
El sauco: pal resfriao;
pa sabañones, la ortiga;
Marcela, pa' la barriga
y mejor remedio no hallo:
que arazá y cola e caballo
pa' riñones y vejigas.

Al pasmo real ,Don Garrido ,
lo cura presto y sin yerros
con bosta blanca de perro ,
y abrojo grande, cocido.
Pa la histiricia es sabido,
un remedio muy mentao
pues yo siempre la he curao
por mas bellaca que sea:
colgando en la chimenea,
un trapo e lana mojao.

Si el asma da un sofocón,
se pita un cigarro chico
hecho con flor de chamico ,
o con las del floripón.
Pa curarse un sabañon:
se deja en el fuego un rato
un poco e tuna en un plato,
despues lo refriega fuerte;
Y , pal orzuelo es la muerte:
la cruz con la cola el gato.


Pa partos: vahos de artemisa ,
pa la fiebre: suzuayá
y raiz de mburucuyá:
A la vejiga suaviza.
Al intestino lo alisa
la oreja e tigre en pomada.
Pa coyontura sacada,
la leche del higuerón;
y el güen apio cimarrón ,
pa' tuita herida infestada.


Pa' la mala enfermeda
ya sea de nueva o de vieja:
El Quelpe ,yerba 'e la oveja ,
la miona , o el zucará.
Un remedio de verdad,
pa curar la Risipela:
es friyendo con canela
y hojas de moralito,
otras tantas de eucalipto
y un poco de sebo e vela.

Bueno ... con Dios mis paisanos.
Yo con la Virgen me quedo.
Por hoy salgo de este enriedo
y doy descanso a mis manos
Deseando que esten hermanos ,
contentos de haber nacido.,
Reciban como despido,
con tuita sincerida':
Un guascazo de amistad
Del viejo Santos Garrido.

Por culpa de las gauchadas.


Estaba bastante en ruina,
sin plata en el tirador
y calzé de domador
en una estancia vecina.
Cuando pisé la cocina
a una sirvienta que había,
los ojos se le salían
del aujero 'e la cabeza;
yo pensé de mi pobreza
la moza se asustaría.

Al otro día bien temprano
mi recau acomodé,
si hasta un mandil le saqué
pa' que quede más liviano.
Vino la moza, en la mano
un mate amargo traía;
al tiempo que me pedía
que le ayudara a ordeñar
"si es baquiano pa' apoyar
yo tironeo todo el día"...

Ordeñamos la lechera.
Me fuí a buscar la manada,
al volver la vi afirmada
en el palo e' la tranquera.
Me dijo: "yo aura quisiera
me ayudara uste a juntar,
unas leñas que hay pa' echar
en aquél monte tupido;
pa' que no se haga el perdido
yo lo voy a acompañar"...

Llevé leña a la cocina,
apurao me fui a ensiyar;
me habían dau pa'galopiar
el potrillo e' la madrina.
Pero esa moza ladina
se me volvió a aparecer.
Dijo: "usté no va a creer,
ayúdeme a cortar chala
los chanchos están sin comer"...

Puse a los chanchos panzones
medio atoraus por los choclos.
Eya decía: "otro poco
que estos son muy comilones"...
Se empacharon los glotones
ya había yegau medio día,
entonces ya no podía
al potrillo galopiar
y tuve que desensiyar
con la bronca que tenía.

Así después de almorzar
me tiré un rato a la siesta
¡pero que china molesta!
me tuvo que despertar.
Me dijo: "Va a perdonar,
están todos descansando,
pero de acá estoy mirando
unos patos entre los juncos;
vamos nosotros dos juntos
no sea que se estén augando"...

Era un pato cimarrón
y dos o tres gallaretas
y en esas tantas gambetas
me topé con el patrón.
Me preguntó: "El redomón,
¿ya pronto podré ensiyar?"...
Hoy se la pude chantar
y arreglarle bien las cuentas:
"Si acá manda la sirvienta,
yo no puedo jinetiar".

Conté todo lo pasau
aquél atento señor.
Me dijo: "Hágame el favor,
váyase por ande ha entrau".
Otra vez ando tirau
culpa esa china malvada,
lástima tan reservada
que nunca me dió un lugar;
sino ya le iba a enseñar
tanto pedirme gauchadas.