jueves, 19 de marzo de 2009

Agua Tata, agua Mama!


Hermanito de mi vida
perdoname esta aflojada
Mi saludo es un pañuelo
voy a decirte adiós en mi carta:
yo no sé que me ocurre,
ni se qué me pasa...

Me tiro del catre al suelo,
me hecho en el catre de espaldas
quiero llorar’ y no puedo,
quiero respirar y me ahogan
estos nudos misteriosos
que las amarguras atan.


Estoy solito en mi rancho
Me he queda’o solo en las casas...
Ladran los perros afuera
Como si i’vieran fantasmas
Y alumbran mis pensamientos
Candiles de luces malas.


Hermano, te acordas?
Te acordas de mi Justino,
el pobre hijito de mi alma?
Ocho años, mi nombre tenía
Y despertó una mañana
Con los ojos inflamados
Y el cuerpecito echando llamas.


¡Me muero tata¡- me dijo,
me muero mama¡- gritaba.
Tengo una sed de martirio,
siento un fuego que me abrasa.
Traigame cartas Tita,
agua!, agua!, agua! mama!
agua!, agua!, agua! tata!


Volé en mi caballo al pueblo,
Siete leguas de distancia,
Siete puñales de punta,
metidos en la garganta
Y el grito de m’hijo adentro:
De ¡agua Tata¡ ¡agua Mama¡


Le expliqué al doctor el caso,
se sentó en la retranca:
Que el camino era muy fiero,
Que se iba a quedar en llantas...
La ciencia no es del pueblo,
La ciencia no es de los pobres,
La ciencia no anda a caballo.


Y por los mesmos caminos
donde los médicos no andan,
cruza al galope la muerte
va y viene la desgracia.


Me hizo dar en la botica,
un frasco de limonada
Y que trujese al enfermo
Cuando la fiebre pasara.

Volví!
volví como vuelve un pobre
en iguales circunstancias:
El corazón en la boca
Y la tristeza en el alma.


El médico no venía
No por que fuese tan malo el camino
que va a mi rancho,
sino por que me faltaba!
me faltaba! Con qué pagarle!
Con que pagarle a la ciencia
siete leguas de distancia.


La fiebre duró poquito
Se le apagó una mañana,
Entre un cantar de zorzales
Y el suave clarear del alba.
La madre abrazada a su hijo
Mi hijo la frente helada…
Y yo sin voz ni presencia,
parado al pie de la cama.


Poco después de enterrarlo,
comenzó a turbarse Juana.
Se lo pasaba Llorando,
Se lo pasaba callada,
Se lo pasaba riendo
con los ojos en el aire
con los brazos avanzados...

Lo mesmo que se acunara contra su pecho
una criatura dormida
ansí se me fue!
ansí se me fue la pobre!
Ansí la tierra la guarda
con los brazos sobre el seno
acunando mi desgracia...


Hermano, hermano!...,
Habla por mi, habla por mi si mañana
dicen que soy un bandido,
un mal hombre, sin entrañas…
j’ui cordero y me hacen puma,
j’ui buey y me han puesto garras


Que pronto que viene el día!,
Que pronto que viene el día,
Y si es cierto que hay un dios
Que corte el alba, que corte el alba y ese grito,
ese grito, de agua!¡ agua!, agua!,
agua tata! agua mama!

3 comentarios:

  1. Es uan poesia hermosa, tan bella y sencible para hacer llorar a cualquiera

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  2. Realmente para hacer llorar a Cualquiera y sencibilizar a todos los gobiernos en que la gente del campo tiene necesidades muy importantes.

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  3. Hola querido amigo: yo también ando buscando un poema de Claudio Martinez Paiva,tan excelente poeta y con una sensibilidad sin igual hacia las peripecias del hombre de campo, el gaucho y su familia. Busco la poesía NO ALCANZA, que sigue tan vigente en su meollo, como si fuera ayer que la escribiera el gran poeta. Muchas gracias si alguien me la puede pasar.

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