miércoles, 18 de mayo de 2011

Patria


Patria es la tierra donde la existencia
se ha bañado de luz por vez primera,
donde hay la grandeza de un escudo
y la sublimidad de una bandera.

Patria es lo grande, lo que dignifica,
es oratorio sacro, es un altar,
son los libertadores bello ejemplo
pues buscando su tumba se halla el templo
que han merecido para descansar.

Patria es la voz que está en la misma Patria,
Patria es la tumba donde está Belgrano,
es lo inmenso del Ande, es Maipú, el llano;
y voz de Patria o himno americano
son esas dianas que vocea el clarín.

Patria es la tierra que hombres valerosos
nos supieron legar a los presentes,
no ganada con bombas tan potentes
ni tanques impetuosos;
cuando no había medios poderosos
como el ave mecánica que vuela,
ganada horociamente y con cautela
por esos héroes del mejor linaje,
empuñando la lanza con coraje
y animando el caballo con la espuela.

Patria es el ejemplo que nos dieron
esos hombres bien hombres del pasado,
que vive cada uno eternizado
en el bronce o el mármol que esculpieron.
Aquellos que sus vidas expusieron
por salvar de la Patria algún derecho,
sin pensar en sacarle ni un provecho
puesto que el ser patriota era vehemencia,
que apoderándose de la existencia
hacía explosión de amor dentro del pecho.

Patria es amar, saber sentir la Patria,
Patria el agua que corre por sus ríos
que es sangre cristalina de la tierra
donde se bañan estos versos míos.

Patria es mantener las tradiciones,
cultivarlas lo hombres, las mujeres,
en la escuela, los centros, los hogares,
en los ratos que cesan los quehaceres.

Patria es el deber de toda madre
de inculcarle amor patrio a cada niño,
viendo que el modernismo y lo de afuera
van cambiando la patria toda entera
y matando el patriótico cariño.

Y en América es Patria todo aquello
que puso un marco de oro a nuestra historia,
cuando flamearon ponchos y golillas
y al tañer del cencerro,
los héroes, con sus armas y tropillas
asombraron los cóndores del Ande
y, al rechinar allí los cascos,
estremeciéndose hasta los peñascos,
nuevas grietas se abrieron en la cumbre,
mientras realzaba el magistral pasaje
el sol de una bandera
que bañando de luz la Cordillera
anunciaba que en trance soberano,
acababa de unir la cumbre al llano
el soldado ¡más grande de la esfera!

Y eso es la Patria: Templo a cielo abierto,
siendo el Ande solemne altar mayor
y ante la Cruz del Sur, desde la altura,
¡bendígala el Señor!

Y sean mis versos oración de ruego
que elevo a Dios con todos mis anhelos,
¡haz que sus hijos quieran más la Patria,
Padre nuestro que estás en los cielos!

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