viernes, 1 de julio de 2011

Rumbiando


Allá, lejos, muy lejos, se oye una campana
¿Será de la muerte, que me viene a buscar?
¡Via dirme preparando, aunque no tengo ganas
pues ella no pregunta y a nadie hay que apelar!

¡Que venga! ¡Aquí la espero! ¡No temo su guadaña!
¡La vida es tan mezquina, pa'qué quiero vivir!
¡No valgo tan siquiera, lo que teje una araña
por eso me parece que mejor será morir!

Estoy acobardado de ver tanta mentira,
¡Cómo será que tengo calloso el corazón:
El mundo es un pantano, ande parejo tira
el hombre con la bestia, en uso de razón!

Lo mismo que salvaje estoy de cosquilloso,
me asusto de la sombra y le cuerpeo al amor,
¡En este mundo maula, lo cierto es tan dudoso
que todo pa'mis ojos, tiene el mesmo color!

El carro de la vida, cargao de Charamuscas
va por la carretera de la brutalidad
sembrando vanidades en las almas dormidas,
y dejando a sus espaldas sembrada la maldad!

Por eso yo que vivo matrero en esta tierra,
como ñandú, juyendo al pial de la ilusión,
lo mesmo que cordero que en el corral lo encierran
al tranco voy rumbiando, camino del cajón.

¡Qui diantre!, no me asusta la júnebre llamada,
que, allá por los potreros, la muerte hace sonar,
v'ia dirme preparando, tata! no tengo nada
en este mundo perro, que pueda lamentar.

Pa'que v'ia corcobiarle al filo'e su guadaña
si al fin, temprano o tarde, a la juerza v'ia dir,
y siendo esto un infierno v'ia andar haciendo maula
tan solo con pensarlo, me da ganas de rair!

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